En algún momento de un futuro no muy lejano, los humanos tuvimos que buscar un nuevo lugar para vivir. Justo cuando pensábamos que tendríamos que conformarnos con Marte, descubrimos de repente un nuevo planeta, al que bautizamos cariñosamente como «Planeta B». Era una segunda oportunidad para la humanidad y, por supuesto, esta vez estábamos decididos a hacerlo todo bien porque, como todo el mundo sabe, los humanos aprendemos muy bien de nuestros errores…
En el Planeta B, os metéis en el papel de gobernantes corruptos. Haces tratos deshonestos con las corporaciones para promover tus propios intereses. Construyes tu ciudad, dejas que la población trabaje para ti, te haces con el favor de facciones políticas o controlas las noticias. Por supuesto, todo esto tiene un precio, y cuando estés compitiendo por la presidencia, querrás que los posibles votantes estén de tu parte. Al final, como siempre, sólo cuenta una cosa: ¿Quién ha conseguido embolsarse más dinero del gobierno?